
De la Décima a la Undécima va un número. El 4, el de Sergio Ramos, el del hombre que besó el cielo de Lisboa y conquistó el suelo de Milán. Como si el tiempo nunca hubiera pasado, como si el balón colgado fuese el mismo, da igual con la cabeza que con los tacos, pero siempre con el alma. El gol de Ramos, el gol de la final, el gol de la Décima, el gol de la Undécima. El hombre que levantó la Champions al cielo de San Siro, más...